Aunque hay hasta 25 especies diferentes de calathea, todas ellas exigen unos cuidados similares. Así, basta con saber cómo cuidar una para cuidar el resto. La principal diferencia entre unas y otras son las hojas, pero por lo demás son muy parecidas. Es una de las plantas de interior más populares y bonitas, así que ofrecerle los mejores cuidados es la forma más óptima de garantizar su supervivencia.
Cuándo hay que plantarla
Lo ideal sería plantar la calathea en marzo. Para ello, es recomendable utilizar una maceta con un diámetro que oscile entre los 10 y 15 centímetros de diámetro y agujeros en la base (para las variedades ornata y zebrina habría que buscar una maceta algo más grande). Hay que colocar un lecho de perlas de arcilla en la base de la maceta y, una vez plantada o trasplantada, hay que chafar bien y regar, vaciando el plato para que no se pudran las raíces.
Dónde poner la calathea
Aunque se trate de una planta tropical, hay que evitar el contacto directo con la luz. Debe tener una iluminación moderada, pero nunca directa. Por su origen tropical, necesita bastante humedad en el ambiente. Para aumentarla, se puede pulverizar regularmente la planta o incluso poner el tiesto sobre un plato que contenga unos dos dedos de gravilla. Se mantiene el agua tras regar, pero no se encharca. En cuanto a la temperatura, debería oscilar entre 18 y 25 ºC. A menos de 18 ºC, sufre mucho.
Cómo regar la calathea
El hecho de que sea tropical no significa que exija mucha agua. El sustrato debe estar ligeramente húmedo todo el año, aunque en invierno se puede esperar a que se seque un poco más entre riegos. En cambio, en los meses de primavera y verano, meses de crecimiento, sí que hay que regarla abundantemente, pero retirando siempre el agua que sobre del plato.
Otros cuidados
Más allá de estos consejos básicos, es importante abonarla todo el año. En los meses de invierno basta con añadir el sustrato una vez al mes, pero en los meses más calurosos del año debe ser quincenal. En ocasiones, la punta de las hojas coge un tono marrón. Es un indicador de que el ambiente es muy seco y de que necesita más humedad. Hay que evitar regarla de más, pues no implica falta de agua sino de humedad ambiental.
La calathea no suele sufrir plagas o enfermedades, más allá de cochinillas o araña roja. Si las hojas se ponen pegajosas o amarillentas por dentro, hay que aumentar la humedad para combatirlas. En conclusión, se trata de una planta que no exige demasiados cuidados, que está disponible en Mar de Flores y que es ideal para la decoración de interiores.