¿Quieres saber cómo limpiar flores preservadas? Al estar tratadas con soluciones especiales que reemplazan la savia natural, estas flores mantienen su frescura durante meses o, incluso, años. Sin embargo, al igual que las flores frescas, las flores preservadas también necesitan cuidados y un mantenimiento continuado para conservar su belleza a lo largo del tiempo. Sigue leyendo si quieres aprender algunos trucos útiles para mantener tus flores en las mejores condiciones.
¿Hay que limpiar las flores preservadas?
Aunque las flores preservadas no requieren el mismo nivel de cuidado que las flores frescas, también pueden acumular polvo y suciedad con el tiempo. Por ello, te recomendamos limpiarlas regularmente para mantener su frescura y prolongar su vida útil.
¿Cómo se mantienen las flores preservadas?
Para mantener las flores preservadas en óptimas condiciones, es importante que sigas los siguientes consejos de cuidado:
Evita la exposición directa al sol: Las flores preservadas son sensibles a la luz solar directa, ya que puede causar su decoloración y deterioro. Por tanto, es importante colocar las flores preservadas alejadas de los rayos del sol.
Evita la humedad: Aunque las flores preservadas son más resistentes que las flores frescas, si se exponen a la humedad excesiva pueden acabar dañándose . Coloca las flores preservadas en un lugar seco y bien ventilado para evitar el crecimiento de moho y hongos.
Manipúlalas con cuidado: Manipula las flores preservadas con cuidado para evitar daños. También es importante no tocar las flores con las manos sucias o húmedas, ya que esto puede dejar marcas en la superficie y reducir su apariencia estética.
Trucos para limpiar flores preservadas
Limpiar las flores preservadas es un proceso relativamente sencillo, pero requiere delicadeza y cuidado para evitar dañar las flores. Aquí te dejamos algunos trucos útiles:
Soplado suave: Usa una lata de aire comprimido o un secador de pelo en modo frío para soplar suavemente el polvo y la suciedad de las flores preservadas. Manten el dispositivo a una distancia prudencial para evitar dañar las flores con el aire excesivo.
Pincel suave: Usa un pincel suave, como un pincel de maquillaje o un pincel de cerdas suaves, para quitar el polvo y la suciedad de las flores preservadas. Asegúrate de cepillar suavemente en la misma dirección que los pétalos para evitar que se lastime.
Aspiradora de mano: Usa una aspiradora de mano con un accesorio de cepillo suave para aspirar suavemente el polvo y la suciedad de las flores preservadas. No te acerques demasiado para evitar que las succione.
Alcohol isopropílico: Humedece ligeramente un paño suave con alcohol isopropílico y úsalo para limpiar suavemente las flores preservadas. Asegúrate de no mojar demasiado las flores, ya que esto puede dañar la capa protectora y hacer que se desintegren más rápidamente.
Errores al limpiar flores preservadas
Mojar las flores: Las flores preservadas están tratadas para mantener su forma y color durante mucho tiempo pero son susceptibles al agua. Evita mojarlas, ya que el agua puede hacer que se desintegren o pierdan su tonalidad.
Usar productos químicos fuertes: Evita el uso de productos de limpieza agresivos, como lejía o limpiadores abrasivos. Estos productos pueden dañar la capa protectora de las flores preservadas y causar su decoloración.
Cepillar con fuerza: Si decides cepillar las flores preservadas, asegúrate de hacerlo suavemente. Cepillar con demasiada fuerza puede dañar los pétalos y las hojas, dejando marcas visibles en la superficie de las flores.
Exponer al sol directo: Evita colocar las flores preservadas en zonas expuestas a la luz solar directa durante períodos prolongados. De esta forma no perderán su color y podrán mantener su apariencia.
No tener cuidado al manipular: Manipula las flores preservadas con cuidado para evitar dañarlas. Evita aplastar o doblar los pétalos y las hojas, ya que esto puede afectar su forma y apariencia.
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