Siempre es el momento idóneo para disfrutar de las flores en todo su esplendor, incluso en comidas y cenas. Y es que hoy aprovechamos este post para acercaros una tendencia que cada vez está más asentada en el mundo culinario, las flores comestibles.
Durante mucho tiempo, las propiedades, sabores, aromas y texturas de las flores han sido desconocidos por muchos chefs y cocineros. Pero como todo en esta vida, se aprende probando; y ahora te toca a ti incluir estas deliciosas flores comestibles en tus platos.
¿Puedo incluir cualquier flor a mis platos?
La respuesta resulta evidente, pero para todos los despistados, no debemos incluir en nuestra dieta cualquier flor por bonita que sea, antes debemos saber si la flor se puede comer o no. No se trata de decorar o aromatizar tus platos con la primera flor que te encuentres, si no que debemos tener en cuenta sus propiedades, su sabor, su aroma, con que alimentos se complementa bien, si se pueden comer los pétalos o los tallos…
Hay que tener en cuenta que existen flores tóxicas que pueden producir fiebre, vómitos, disminución del pulso o incluso un paro cardiaco, como el caso de la adelfa, muy común en el mediterráneo. Por todo esto, nos vemos en la obligación de preguntar a los expertos en la materia o informarse bien antes de lanzarte a sorprender a tus comensales.
¿Se pueden comer tanto el pétalo como los tallos?
Todo dependerá de qué tipo de flor vayamos a incluir en nuestro plato, ya que ambas partes poseen sabores, texturas y aspectos muy distintos y por lo tanto, dependerá del gusto que quieras aportar a la comida o de la decoración que quieras incluir en tus creaciones.
Los ejemplos más claros serían el de las caléndulas o las capuchinas (de las que hablaremos posteriormente) en las que podemos incluir la flor entera o simplemente, los pétalos. En función de tus gustos y de los comensales.
Por último tenemos que saber que la parte central de algunas flores comestibles aporta sabores amargos, que pueden no ser demasiado agradables al paladar. Por eso os recomendamos informaros del tipo de flor, su sabor y qué partes son las utilizadas por los profesionales.
¿Qué flores son comestibles y recomendables para sorprender a mis comensales?
Y después de todos estos consejos os acercamos algunos de nuestros tipos de flores comestibles favoritos (existen muchas más), los cuales aportarán sabor y alegría a tus platos. Toma nota y sorprende con una comida diferente y que entre por los ojos, esta es nuestra lista:
1. Caléndulas
Las caléndulas son el ejemplo perfecto para decorar y dar vida a tus platos, en especial a las ensaladas con la flor fresca o elaborada para mantequillas, quesos o incluso arroces. Combina muy bien gracias a su tono naranja que aporta colorido y un gran aroma a las típicas ensaladas veraniegas de lechuga, canónigos o espinacas.
Se le conoce como un el sustituto económico del azafrán (de ahí su uso en arroces o legumbres), ya que posee un sabor parecido y además aporta intensidad a los platos donde lo incluyamos. Una opción perfecta para sorprender a nuestra pareja o amigos.
2. Borraja
El caso de la borraja es muy particular ya que dependerá de qué tipo de plato estemos preparando, dulce o salado, ya que lo habitual con esta flor es comer el tallo y las flores hervidas con platos salados como sopas, menestras, verduras rebozadas o salteadas; sin embargo la flor fresca, con un gusto suave a pepino, se utiliza mucho para dulces, infusiones, pastelería o confituras.
Una opción original y que además nos ayuda con una dieta saludable gracias a su gran aporte de sales minerales, que nos ayudarán a prescindir de la sal y a cuidar nuestra alimentación.
3. Flor del calabacín
Una de nuestras flores comestibles favoritas. Pese a no ser muy conocida en España, existen otros países como Italia en los que es habitual encontrarse platos que la incorporen o incluso, en el que sean el alimento principal.
Su sabor fino y dulce hace de esta flor una opción perfecta para comenzar a probar las posibilidades que nos aportan las flores entre fogones. Cada vez es más utilizada y ya son muchos los restaurantes de estrella Michelin que lo incluyen en su menú.
Este manjar está delicioso tanto frito como al horno y siempre es una opción fabulosa como acompañante o como principal. ¡Tú decides!
4. Lavanda
La lavanda es más común de consumir en infusiones o tés, o incluso como aromatizador de vinagres o aceites, pero este no es su único uso ya que también combina a la perfección con multitud de platos como aderezo.
Ahora bien, para su correcto consumo primero debemos evitar la humedad y secar completamente sus flores y tallos. De esta manera se nos quedará una lavanda casi en polvo con la que aderezar directamente en el plato nuestros guisos, risottos o sopas. Una elección que aportará intensidad y un aroma inigualable a tus creaciones gastronómicas.
5. Rosas
Aunque no lo parezca, las rosas también son comestibles y además combinan a la perfección con postres y batidos de frutas (especialmente con frutas del bosque). También se pueden realizar elaboraciones con los pétalos, como confituras que adornen platos o como tentempié para picar.
Su aroma y sabor aportan sensualidad a los platos que incluyen estas flores, por lo que también se elaboran mermeladas o gelatinas que acompañen tus desayunos saludables y coloridos. Por último también son muy utilizadas en la actualidad para aportar color a la repostería, como las creaciones de chocolate con rosas que son un gusto para el paladar y el resto de sentidos.
Para terminar con este post sobre flores comestibles, simplemente queremos decir que existen muchas más variedades que se pueden comer y que aportarán aromas y sabores originales a tus platos. Algunas de ellas son: las violetas, el jazmín, las capuchinas…
Desde Mar de Flores esperamos que hayáis disfrutado con esta información y que empecéis a probar la gastronomía con flores. Sorprende a tus comensales con creaciones originales y llenas de color.
¡Llena tu vida con flores!