El 12 de octubre es una efeméride con un marcado simbolismo en lo relacionado con España y América. No sabemos si la elección de esta fecha fue intencionada o una casualidad, pero lo cierto es que los novios, Mercedes y Scott, decidieron contraer matrimonio el mismo día en que, hace más de 500 años, Castilla descubría América.
Mercedes, de antigua estirpe castellana, nació en Sepúlveda y quería celebrar su boda en el solar de sus mayores; Scott es norteamericano y quería una boda con muchas flores, como son las bodas en su país.
Con las cosas claras en cuanto a los deseos de Mercedes y Scott, nos pusimos a trabajar contando con la inestimable colaboración e impecable organización que proporcionó Wednesday Wedding Planners.
La boda se celebró en el Palacio de Sepúlveda …Casa Palaciega de finales del s. XVI, con una preciosa fachada plateresca donde resaltan los escudos y los blasones más antiguos de la Villa, que alberga en su interior un jardín recoleto, romántico y encantador, denominado el “Jardín de la Señora”
Decoramos la fachada con dos coníferas que flanqueaban el gran portalón de entrada; en el balcón colocamos cestones de boj y, enlazadas a la reja, cintas ligeras que conferían al conjunto el aire romántico y renacentista que pretendíamos y que produjeron un efecto precioso al moverse con el viento.
La ceremonia civil se desarrolló en una pérgola situada en el jardín. No podríamos imaginar lugar más romántico. Cuajado de flores en tonos verdes, peach y cremas: hortensias, rosas, dalias, brezos y ondeantes cintas ligeras que enmarcaban la entrada al templete, el jardín se convirtió en el escenario de un cuento de hadas.
Para la decoración del salón del banquete se colocaron siete grandes candelabros, con velas y flores, distribuidos por algunas mesas…
En el resto de ellas pusimos centros de menor altura y distintos formatos.
De esa manera no se perdía la perspectiva del salón, ni se vería recargado.
En el decorativo e imprescindible bodegón, se colocaron candelabros y centros de cristal de distintos tamaños, formas y alturas para la decoración floral.
El recuerdo que tenemos de esta pareja, de este montaje es uno de esos que se guardan en el corazón y en el libro de las cosas bien hechas. Gracias pareja por ponérnoslo tan fácil.
Fotografía: Mar de Flores. /Jorge Alonso